"Todos los seres humanos tenemos derecho a ser
felices y a vivir sin culpas. Todos tenemos cosas buenas y otras que no lo son
tanto; sin embargo, necesitamos conectarnos con lo bueno, con lo mejor que
tenemos y seguir adelante.
Ya es tiempo de aprender a ser libre de todos los
paradignas falsos que hasta hoy te dirigían y de disfrutar sin culpa. El cordón
umbilical se ha roto y ahora te toca decidir a tí. Simplemente se tú mismo,
limpia el polvo de tus zapatos y sigue adelante. Vacíate de culpas propias y
ajenas y comienza a vivir con convicción. La convicción te permitirá modificar,
cambiar lo que sea necesario cambiar, y seguir adelante.
- Si te has
equivocado, pide perdón. Saber disculparse es un acto de grandeza, implica
reconocer nuestros errores y cambiar la actitud. Si está a tu alcance,
repara tu equivocación y a tu grandeza se le sumará paz.
- Mereces ser feliz.
Proponte disfrutar de todo lo que tienes, sabiendo que eres merecedor de
todas las cosas buenas de la vida. Deshazte de las culpas falsas. Sólo
eres responsable de tus decisiones, no de las ajenas.
- No quieras cambiar a
nadie; solo cambia quien decide cambiar. La mejor manera de que el otro
cambie es no intentar cambiarlo.
Cuando proyectes con toda tu
fuerza tus sueños y pongas en marcha tus objetivos, conocerás tu propia
esencia, tu valor y el dominio propio, ese que está dentro tuyo. Entonces, tu
verdadero yo emergerá y sabrá reconocerse a sí mismo. Vivir, gozar y disfrutar
son derechos que tenemos todos los seres humanos, no privilegios. Nos
corresponden por ley".
Bernardo Stamateas, Personas Tóxicas
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